sábado, 12 de mayo de 2018

El mejor país



Estoy a punto de morir. No sé qué hacer, ¿por qué yo? quiero ir a casa y acostarme y no salir nunca más, escuchar las pláticas de mamá con el perro, reír y sentir pena ajena por todo eso pero estoy a punto de morir.
¡No quiero hacerlo! quiero correr y no puedo… ¿cómo terminé aquí? ¿Por qué tuve que salir hoy? ¡No! Ya viene hacia acá, qué quiere de mí, no puedo ni moverme, ya valí y ahora mi entrepierna está caliente y húmeda, ¡mierda! Siento la orina correr y humedecer hasta los pies, todo se siente tan lento, todo se desvanece y en sus manos tiene…
Duele, quiero morirme, no quiero seguir aquí más tiempo, me odio por todo lo que hice de mi vida, debí ser mejor persona, ahora me doy cuenta de lo que fui, de lo que soy... y no puedo moverme, apenas veo con un ojo, no entiendo qué quiere, no sé de qué habla…siento un vacío en mí, me punza el abdomen, tengo hambre y quisiera pizza, no sé quién sea pero yo no soy… ¡ay! Sólo estaba buscando algo de dinero para mamá y ahora morirá sin mí…el amanecer se acerca…ya duele menos, no siento nad…

Cuerpo encontrado a la orilla de un ejido, sin evidencia, todo apunta a suicidio. En otras noticias, la inversión de Asia aumenta 3% sobre el año pasado, Nuestro presidente junto al gobernador aseguran: No podríamos estar mejor.


 (Víctor Llamas)

viernes, 4 de mayo de 2018

She's watching


Ella me mira, y me eriza la piel; así sin emitir el más mínimo sonido ni siquiera un suspiro; cuando ella me mira me congelo, no siento, no pertenezco a nada más que a su mirada.

Sus ojos son negros, profundos y fríos casi como el vacío, como la noche más oscura, una sin luces y sin estrellas.

Parece fuego, cuando me toca mi piel arde; perfectos y suaves labios, como de seda.

No comprendo, no asimilo que una creación tan fría y tan ardiente a la vez pueda existir, pero aquí está.

Me toma sin que yo pueda evitarlo, su mirada me escudriña y hurga hasta lo más profundo de mi ser.

Pareciera que lo sabe todo, incluso lo más oscuro que mi ser esconde; me perturba y me maravilla.

¿De verdad es real?
Por supuesto que lo es.

Quiero tocarla, pero me tiene en un ensueño del que difícilmente podré salir.

No la conozco, pero en mi interior algo grita, se remueve y hace temblar todo mi cuerpo, quiero gritarle que la amo, que me encanta desde que llegó aquí, aunque nunca la he tratado.

¿Habría sido su carácter tan hermoso como ella?

Y su mirada, joder, esa maldita mirada abismal que es tan fría como los témpanos de hielo me enloquece, y ella lo sabe, por eso me mira más de la cuenta.

Creo que sabe lo que pienso, sus labios carmesí se curvan, está sonriendo; trato de esquivarla, se ha dado cuenta.

Apenado, me limito a cerrar la tapa, al menos así habrá un cristal de por medio entre esos hermosos ojos y yo.

Las luces se apagan, y mi amada descansa en su pequeño lecho de cristal.

Su mirada me sigue, lo sé, lo siento; camino despacio hacia la salida, me quedo tranquilo, es sólo mía, y aquí abajo nadie la encontrará.